
Pensaments
Vine amb mi que estarem junts
vine amb mi
no et vull deixar sortir d´aqui
no vagis lluny de mi
Son cent braços que et van buidant el fons del teu cor
Jo per tu vull la foscor
et vull be sotmesa
et´desitjo
soc narcis i tu em fas pensar en mi.
Vint martelles dins del teu cap
ressonen, és un martelleig constant.
Autor: D. palau
Hubiera querido tenerla sometida, poseerla en cuerpo y alma, saber que a cada minuto su nombre martilleaba en su cabeza y en su piel.
Hubiera deseado su deseo y lo hubiera tenido, porque ella también lo deseaba.
Pero era Narciso y en su deseo se deseaba a sí mismo, por eso él no podía tenerla sino solo sentir que se sostenía a pesar de ella; no la veía ni la escuchaba y ella no lograba mostrarle su ser.
El la absorbía pero no la poseía; y el pánico lo inundaba cuando ella avanzaba con su
afecto, buscaba atravesar el espejo y huír de la oscuridad a la que él la sometía.
Ella no aceptaba ser poseída como reflejo , no le importaba la posesión pero también quería ser reconocida, deseada por sí misma, por todo lo que tenía y quería darle.
Entonces, cuando él percibía lo que ella buscaba a veces casi a ciegas, crecía su espanto y se alejaba.
Huía,ambos huían de ellos mismos; se agredían, hasta que el rechazo mutuo acabó con el deseo y con la persecución y con las ganas.
Y ambos sucumbieron.
Uno de los dos cortó el nudo gordiano y Narciso se ahogó en su imágen.