viernes, marzo 02, 2007

Observaciones


Estamos acostumbrados a escuchar pero no a mirar, a observar.
Quizás no debiera generalizar, pero eso me pasa a mí...y eso que parte de mi tiempo laboral es observar las expresiones de las personas y escuchar, descubrir incongruencias.
Es igual: a lo que iba; observamos poco.
Por eso ayer resultó una experiencia muy especial el pararme en la puerta de salida de los pasajeros de vuelos internacionales del Prat, solo a mirar, no tenía nada que hacer alli era un punto de encuentro. No esperaba a nadie
Estaba allí por casualidad.
Una media hora solo mirando: un "frente" los que esperan, otro los que llegan.
los que espran con ansiedad o indiferencia o aburrimiento según sea la razón por la que esperan, los que llegan, algunos mirando para buscar la cara conocida, el nombre en el papel, reconociendo el lugar desconocido, trayendo señales de su viaje: ensaimadas enormes mallorquinas ¿para que tantas', estocolmo ? viena', sudamerica?.
Alguien de paso, alguien que se queda, un congreso, turismo.
Pero en ele medio de ese ir y venir de miradas de ojos fijos en la puerta de pronto un encuentro: una madre y una hija, lagrimas, la sensación de no creer que sea posible que ya esté ahí: he vivido esa sensación.
Aunque, nada nada comparado al encuentro de dos amantes, una pareja no importa la edad, el equipaje abandonado el abrazo prolongado, el beso la mirada.
Aún existe algo que se llama sentimiento.-

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Mi querida Hera; aunque no lo creas, y a pesar de los tiempos que corren, del materialismo que nos rodea , de la competencia por ser mejor que el otro en todo ; de tener más que aquel, en fin a pesar de todo eso; aún queda ese sentimiento que desgarra de alegría el corazón y que grita en un encuentro, y que funde los cuerpos en un abrazo, en un beso y en una mirada de...afecto.

Cariños para ti.

El detective amaestrado dijo...

Y nunca jamása podrán acabar con él

Anónimo dijo...

Por suerte no?
aqunue solo sea creerlo sirve .-))
Un abarzo

Anónimo dijo...

El ojo de la observación no deja de ser una hermosa casualidad muy causal.

Besosss!