Foto de Fernando sendra. thumbnail


De nuevo, el amor....

Las palabras que tuvieran la más remota relación con amor, romance, pasión, creía que le retorcían el mismo nervio que la música debilitaba, por lo que frases o palabras o historias que siempre le habían parecido estúpidas, le provocaban lágrimas en los ojos...................
Cuando era capaz de leer algo- puesto que por lo general le resultaba difícil concentrarse-esperaba nerviosamente unos determinados párrafos de la página, viéndolos acercarse ya desde media página antes, y los obviaba, forzándose a saltárselos para neutralizarlos.-
Se compró productos de belleza con una sensación de ridículo que le impidió usarlos.
Incluso pensó en estirarse la piel de la cara...una idea que en su estado normal solo la podía haber hecho sonreír.-
En ocasiones, una conversación, aparentemente sin intención alguna por su parte, tomaba ribetes sexuales, por lo que cada palabra del diálogo se podía interpretar obscenamente...................
Pero lo peor de todo era su crispación; sabía que si no la podía superar, se encaminaba directamente hacia la paranoia, la rabia, la amargura, de una vejez desilusionada........................................................................................................
Primavera.
Sarah cayó en la cuenta de que en vez de sufrir durante todo el tiempo en que estaba despierta, en vez de despertarse varias veces por la noche llorando, en vez de la esclavitud de la pena; pasaba por períodos de dolor, muy malos a últimas horas de la tarde y al principio del atardecer durante dos o tres horas; menos malos en las horas que seguían al despertar, aunque éstas eran bastante malas.
Dos veces al día, incluso tomaba aspirinas para el dolor físico de la pena....En el entretanto había grises momentos planos en los que no sentía nada.
Un mundo muerto, seco.......cuado volvía la añoranza, resultaba imposible creer que Henry ya no entraría en su sala o le telefonearía porque la necesitaba tanto como ella a él. Ya no se molestaba en repetirse que ésto era una chifladura.
Ocurría, sin más.
En los momentos planos y tranquilos, no era posible imaginar la intensidad de la pena que acababa de experimentar y experimentaría de nuevo.......
Sabía que muy pronto no recordaría excepto como un dato, lo terrible que el momento ha sido......¿Por qué los dolores de la pena? ¿Para qué sirve? ¿Por qué existe la pena?

Doris Lessing
Premio Nobel de literatura 2007