viernes, enero 11, 2008



Serigrafía de Raúl Soldi

(nota: el capricho no es el 5 sino el 24 de n. paganini)

Las monjitas.-


Hay veces en que, entresueños, recuerdo a las monjitas. Esas mujeres vestidas de negro con anchas faldas y pérfidos mandatos, que acompañaron mi infancia y mi adolescencia durante largos 14 años.
Se trataba de desarrollar la culpa en todas sus formas, el respeto entendido como sojuzgamiento, la verdad personal sobre todo...la verdad de ellas claro y de "formarnos" intelectual y moralmente, en una especie de enciclopedismo y llamado a las vocaciones, o sino a asumir nuestro rol de esposas y madres en cristiana unción.
En esos momentos, en que todo se mezcla, suelo pensar que les debo mucho, dicho sin ironía.
Y entonces, es en ese momento cuando se me ocurre que quizás no estaría mal terminar mis días en un convento. Después de todo sor Juana Ines de la Cruz era monja..y esa otra monja..la portuguesa de las bellas cartas de amor, enamorada del Conde de Chamilly... Vamos..que no todo está perdido.....
Lejos de la pasiones, a salvo de reclamos, en una especie de monogamia grupal de tinte homo....es un final ¿por qué no?. También puedo irme a un monasterio tibetano, pero creo que no aceptan mujeres, o perderme en el desierto saharaui como nodriza de alguna reina de etnia bereber ..pero ese mundo no aceptaría a una anciana occidental de costumbres relajadas y poco oído para los idiomas....nada al convento de clausura, en silencio y preparando licores.-
Puede que estos pensamientos sean resultados de esa extraña disociación que se produce justo antes de dormir; las imágenes se mezclan, los recuerdos pierden sus formas, los deseos se calman y el tiempo es un continuo.
Vuelvo a ser una adolescente a la que la monjita de turno pone en penitencia por haber ido a clase con pintalabios y en mi "rincón" en donde el aislamiento es el máximo castigo recito con dejadez, esa larga poesía de Rafael de León que me ha servido siempre que un amor ha hecho aguas..."profecía" creo que se llama:

Me lo contaron ayer
las lenguas de doble filo
que te casaste hace un mes
y me quedé tan tranquilo.
Otro cualquiera en mi caso,
se hubiera echao a llorar,
yo, cruzándome de brazos, dije
que me daba igual.
Nada de pegarme un tiro,
ni enredarme en maldiciones,
ni apedrear con suspiros,
los vidrios de tus balcones.
¿Qué te has casao?
Buena suerte,
Vive cien años contenta
y a la hora de la muerte,
Dios no te lo tenga en cuenta.
Porque si al pie de los altares
mi nombre se te borró.
por la gloria’e mi mare
que no te guardo rencor.
Porque sin ser tu marío,
ni tu novio, ni tu amante...
fui el que más te ha querío.
Con eso tengo bastante.....


Despúes suelo quedarme dormida...

3 comentarios:

PIZARR dijo...

Pues ya ves Hera, esta noche he viajada contigo a aquellos años de colegio de monjas.

La verdad es que creo que debí de ser muy madura desde muy niña, porque me lo pase bomba, no dejé jamás que me comieran el tarro, iba absolutamente por libre, con mi carita de buena y de no haber roto nunca un plato, hacía y deshacía a mi antojo.

Como mis notas eran brillantes, ya sabes... las trastadas, las cosas malas, siempre eran para las monjas producto de las personas que sacaban malas notas. De mi ni se enteraban por donde iba mi vida y mi cabeza.

Eso si, a los 14 le dije a mi ama " o me mandas al Instituto o dejo de estudiar. Alli se abrió de verdad el mundo para mí.

Me gusta siempre lo que escribes, ya lo sabes.

UN BESO

fgiucich dijo...

Eso de monjas y curas da para cortar mucha tela. Me quedo con el poema de Rafael de Leon y la serigrafía de Soldi. Abrazos.

hera dijo...

Grande el maestro Soldi....monjas y curas permiten un vestuario entero:-))...pero no voy a continuar en esa línea ya lo ha hecho Almodovar con "la mala educación"...ese poema de R de León es eterno como todos los buenos escritos sobre los afectos ....