lunes, diciembre 04, 2006


HISTORIAS DE ARCANOS I.-


Arcano XVIII LA LUNA

La Luna es una arcano que busca trascender las palabras e incluso la forma, proceso que ya comenzó en el arcano de la Estrella.
Es una carta de imaginación, en cuanto modela las energías que la Estrella movilizó.
Hay algo en la Luna que atrae sensaciones de miedo y extrañamiento de la misma manera que el Sol nos relaja.
Percibimos algo del desquicio fantástico de la Luna en la estela de una pesadilla, nos sentimos "raros por dentro”.
Si los sueños no son otra cosa que transformar profundas energías en imágenes, entonces puede suceder que cuando despertamos la sensación es que el cuerpo se ha cargado de energías indescriptibles.
Algo parecido a la locura.
En las tiradas la Luna indica una excitación del inconsciente.
Comenzamos a experimentar emociones extrañas, sueños, miedos.
Que pueden o no ser aceptados; si se aceptan, la imaginación enriquecerá la vida. Como la Sacerdotisa, la Luna indica un apartamiento de las preocupaciones exteriores, orientándose hacia la instrospección.

Si nos permitimos esas vivencias, los miedos se convertirán en maravillas y los portales se abrirán a la aventura.

( de los 78º de sabiduria del tarot de Rachel Pollack)



Abrió los ojos atraída por el ruido. La habitación estaba suavemente iluminada por la luz de la luna.



Unpájaro golpeaba contra los cristales, agotado en su espejismo de seguir avanzando en la direccion equivocada.

Los recuerdos de la tarde anterior se fundían con las sensaciones que aún persistían en la piel.

Una mezcla extraña de olores y suavidad, como si hubiera atravesado un túnel de miel y canela, arrastrándose, subiendo, deslizándose. Nada tenía sentido racional, sus límites aparecían difusos; no podía precisar donde terminaba ella y donde comenzaba él.

Giró la cabeza y lo observó; no reconocía al personaje, buscaba a la persona, al alma con la que había copulado.

Se levantó lentamente, sonriendo al comprobar que flotaba, no en sentido metafórico, sino que efectivamente, se deslizaba a un palmo del suelo, grácil, liviana, hermosa.

El pájaro seguía su obstinado e imposible camino a través del cristal.

Se acercó a la ventana, la abrió y el animal un poco herido por los golpes penetró en la habitación. Voló en círculos unos segundos y finalmente encontró su camino hacia la libertad.

Respiró profundo el aire fresco de la noche. Sonriendo aún, volvió a esconderse entre los brazos de él, que la abrazó con un movimiento envolvente. Se durmió sintiendo la presión de esos brazos .

Quedaba mucho túnel por recorrer.-




3 comentarios:

Carlos Gregorio dijo...

Gran consejera, con su pálida faz, nos enseña lo que el sol en su aburrimiento le es imposible mostrarnos.

Bebida de la noche, amuleto de sabor a salado, esa es la luna y su conejo guardado.

Anónimo dijo...

Te ha tocado el arcano!
Maravilloso texto, besos!

hera dijo...

Sería un lujo que me tocara, si logro salir indemne.
besos