jueves, diciembre 15, 2005


Vergüenza ajena


El viejo mandatario que llevó a la ruina, la miseria y la desesperación a uno de los países latinoamericanos más ricos, pasea su desvergüenza en un programa de televisión, haciéndole la corte cuál desplumado pavo real, a su “ex esposa”, treinta seis años menor que él, ex colaboradora de la dictadura del país vecino, ex falsa periodista, sinónimo de lo que ninguna muejr que se precie debiera hacer.
Personificación de la decadencia, la corrupción y la iniquidad, éste hombre que no aprendió ni siquiera de la muerte de su propio hijo, sostiene un imposible.
Una sociedad se lo permite, acaban de hacerlo senador de la Nación.
Cuanto dolor, cuanta sangre inútilmente pérdida, cuanto trabajo de aquellos que encontraron en ese país el paraíso terrenal queda una vez más arrumbada, olvidada ante el cambalache de la pérdida de valores.
Pan y circo. Nada a cambiado en tres mil años. Una lástima.-

No hay comentarios: