martes, septiembre 05, 2006


Beslan

1ºDía

No me dijeron que se trataba de una escuela. No es la primera vez que me engañan, quizás no debí venir, pero ya no puedo escaparme, solo somos cuatro mujeres entre todos y no puedo hacer un mal papel. Mi abuelo no me lo permitiría;
tampoco él debió haber muerto de tifus camino de Siberia cuando Stalin lo acusó de colaborar con Hitler en ese insoportable invierno de 1944.
Pero, esto está lleno de niños, algunos se parecen a mi hijo. ¿Estará él tambien comenzando hoy las clases?. Los tres años que nos separan , sin vernos, sin saber nada de sus cosas, desde que me uní a la guerrilla, parecen eternos. Pero lo que hacemos es justo, solo que nadie me dijo que era una escuela lo que atacaríamos.
Voy a ayudar a salir a la pequeña que llora en el rincón, nadie lo notará.

2ºDía

Ya no aguanto la mirada aterrada de los niños. Las negociaciones no avanzan, menos mal que dejaron salir a algunos, tengo sed y me pesan los explosivos.
Las flores que los niños traían para sus maestros, comienzan a oler mal y desconfío de ese que se dice negociador.

3ºDía

Esto se termina sí o sí. Los niños no saldrán con vida, no soporto más, tampoco soporto pensar qué haré luego que esto termine.
No hay esperanza, nunca la hubo pero no pienso cargar con la culpa de estas muertes.
El botón que hace estallar los explosivos del cinturón que llevo hace tres días está húmedo, espero que no resbale mi mano.
Tres ...dos...uno........se terminó

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