lunes, septiembre 18, 2006

Una esperanza,
un huerto
un páramo
una migaja entre dos hambres,
el amor es campo minado
un jubileo de la sangre
cáliz y musgo /
cruz y sesamo
pobre bisagra entre voraces
el amor es un sueno abierto
un centro con pocas filiales
un todo al borde de la nada
fogata que sera ceniza
el amor es una palabra un pedacito de utopía
es todo eso y mucho menos y mucho más /
es una isla, una borrasca /
un lago quieto,
sintetizando:
yo diría que el amor es una alcachofa
que va perdiendo sus enigmas
hasta que queda una zozobra
una esperanza
un fantasmita

Mario Benedetti


Exactamente: "una alcachofa que va perdiendo sus enigmas", preciosa metáfora del amor.
A veces las hojas rugosas y secas esconden el corazón tierno y sabroso, otras es quitar y quitar para descubrir que no hay corazón.
Lo peor de todo es cuando decides que dejarás de comerlas; por el trabajo de pelarlas ¿viste?

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Me ha encantado el poema. Y tu colofón.
Pero en el deshojado de la alcachofa hay historias para todos los gustos y colores. En mi pueblo somos nosotras quienes acabamos deshojando las alcachofas. Las nuestras y las de ellos.
¡Sandiós, que susto y que alivio a la vez cuando me enteré del secreto!. Fué mi tia Fracisquita, viuda temprana y compulsiva escrutadora de la vida, quien me reveló que un gran Deseo no se deja deshojar así como así. Pasa solo con los grandes Deseos. Pueden provocarse lo que parecen inexplicables huidas, siléncios densos y ausencias interminables. Pero que en realidad no son ni huidas, ni silencios ni ausencias. ¡ Son invitaciones!. Por eso en su dia me dijo: "Niña, ¡trás él!. ¡Sin contemplaciones, ni con él ni contigo misma!.
Y aquí me tienes, once años después. Deshojando las alcachofas, la suya y la mia....y haciendo trampas para no llegar nunca al corazón. Las mañicas solemos tener fama de brutas, pero funciona. ;)

hera dijo...

benedetti es un poeta increíble para describir emociones (y lo digo yo que no soy adicta a la poesía ni mucho menos)
Buen consejo el de tu tía francisquita, aunque no lo comparta del todo.Yo diría que el matiz está en que cuando topas con ese "Gran Deseo" que dices, a veces, te enteras que no hay corazón pero igual valió la pena llegar hasta ahí y otras encuentras el corazón y poco a poco se transforma en"el fantasmita", lo mejor es si se transforma en otra cosa, mejor, mas profunda, si madura. en el "pedacito de utopía".
El colofón: eso del trabajo de pelar y pelar: hay etapas en la vida, yo estoy en la etapa de abrir la lata de corazones de alcachofas y comérmelas con aceite de oliva y un buen vino y quiz´´a ya no buscar el gran deseo sino un deseo pequeñito pero genuino.
Aunque lo haya escrito, porque esto es un blog de ejercicios y pensamientos y no un diario, debo decir que las paradojas ya no me van las huidas son huidas y las invitaciones, invitaciones ( con perdón d etu tía)..... lo que decía la lata de corazones de alcahofas!.....:-))
gracias por tu constancia en leer mis ejercicios.