miércoles, septiembre 27, 2006


Sobre el olvido

Lo explica Borges en el inicio de su cuento "El espejo que huye":"Leí a Papini y lo olvidé. Sin sospecharlo me comporté en la más sagaz de las maneras. El olvido bien puede ser una forma profunda de la memoria."
Borges, "sin sospecharlo", repitió el argumento de una narración de Giovanni Papini, y cuando alguien se lo señaló recordó, con sorpresa, la historia, que en efecto ya había sido escrita.
A menudo me sucede lo mismo, creo que una idea toma forma en mi cabeza y que podría traducirla en un relato para luego descubrir que solo estoy copiando, en forma más precaria que Borges seguramente, algo que alguien ha dicho o un pedazo de vida ajena a la que me asomo con la impunidad del rol.
Por eso cuando esa mujer me dice:
" Ya no siento que mi vida valga menos que su ausencia, ya no me importa su destino, quisiera hallar el mío", y yo la veo con sus 30 años y su hija pequeña, dejando atrás un sueño, e intento proyectarla en el tiempo dentro de 10 o 15 años, y casi le diría lo contario que le estoy diciendo; casi le explicaría que a veces no está bien perseguir sueños, porque suele ser castigado.
Pero no se lo digo, solo insisto una vez más en las razones, los por qués, descalifico el amor que la saca de su matrimonio perfecto, su casa perfecta, sus amigos pefectos, su juego d egolf perfecto e insisto en que sea ella por ella y no por nadie.
No digo lo que creo que es mi idea original, sin darme cuenta que es solo la mala copia de miles de argumentos repetidos en millones de historias desde madame bovary
a la última novela de la Posadas.....vulgaridad, prejuicio, y miedo, profundo miedo que siento retrospectivamente. Miedo a lo que vendrá, a la soledad...al olvido

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Sólo un comentario a la ultima palabra de esta entrada: el olvido del que hablas no existe.

hera dijo...

de cúal hablo?..y ese no existe entonces cuál?

Anónimo dijo...

Me refiero a ese olvido que se está continuamente recordando... Por suerte o por desgracia, no suele ser nada fácil olvidar, ni ser olvidada